Erizo común o europeo (Erinaceus europaeus)
Dos son las especies de erizos que campean por la Península Ibérica, en esta ocasión, me ceñiré al común o europeo que es el que se encuentra en el casi toda la Península.
Simpáticos insectívoros que despiertan la curiosidad del que los observa, curioso escudo de espinas hirsutas que a más de un depredador dejarán el recuerdo ineludible en la trufa.
El erizo tiene costumbres nocturnas, y por ello casi siempre que lo observamos es en el crepúsculo o en la noche, deambulan por huertas, praderías, sebes o vegas a la caza de insectos, su principal fuente de alimento.
Desde los albores primaverales a entrado el otoño es posible encontrarse con uno, mientras que en el duro invierno se acurrucarán bajo un montón de leña, piedras, o cualquier refugio que les brinde protección contra la meteorología, hibernarán los erizos en un estado de sopor con las constantes vitales al mínimo. Momento crítico para sus delicadas vidas pues si bajan de una determinada temperatura difícilmente despertarán. Si la fortuna nos lleva a encontrar uno, dejarlo en su sitio, pues así tal vez despierte en primavera.
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Posición de defensa enroscado sobre sí mismo. |
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Ejemplar bastante claro para lo habitual en la Cordillera Cantábrica. |
Detalles de las almohadillas plantares de pie y mano:
Cómo es una huella de erizo?, estudiando las almohadillas plantares, digitales, uñas, forma de los dedos, podemos apreciar cómo se marcan posteriormente en el terreno. Aquí he marcado la caoorespondencia de cada dedo en la propia pata y a qué se corresponden en una huella que encontramos en el campo.
En el estudio de las huellas (algo que me encanta), siempre es necesario observar además de la propia huella, el tamaño, otras huellas próximas que nos indiquen aspectos como el tamaño del animal, si se desplazaba a saltos etc.
Excrementos:
Generalmente compuestos por multitud de restos de insectos, al tocarlos se suelen desmoronar con suma facilidad.
Cráneo:
Causas de mortalidad:
Muchos erizos por desgracia son atropellados en nuestro país, la ausencia de pasos de fauna diseñados para evitarlo, la falta de respeto por la naturaleza de algunos conductores, y los accidentes acaban con muchos de estos pequeños.