Ayer me salieron al paso unos mastines que me recordaron a algunos de la montaña con los que tuve una relación cercana, es el caso de “Sol” un perro mastín leonés con una librea clara que le confundía con las ovejas. Si bien su alzada le hacía visible cuando barruntaba algo en la nariz y se ponía en pie.
Siempre me han gustado esos compañeros de faena, infatigables, pachorros, que durante siglos han ayudado a los hombres en su trasegar. El mastín leonés posteriormente llamado mastín español (cuando se le inscribió como raza) es uno de esos seres que cada vez se ven menos y posiblemente en muchos lugares nos hacen mucha falta.
Está demostrado que los rebaños con estos mastines sufren menos ataques de lobo. No en vano siglos de selección de los mejores ejemplares, aquellos que estaban activos en la noche, los que sabían discernir entre un lobo joven, (de los que van de señuelo) y uno alfa (de los que entran por la contra) al rebaño… esos son los buenos, los que el pastor “echará a criar”.
Hubo un verano, hace ya muchos años en el que los lobos criaron muy cerca de una localidad leonesa de la montaña de Riaño, por suerte para mí estaba de vacaciones allí y enseguida oí hablar de los ataques. Un día si, y al otro y al tercero había escaramuzas con un lobo o dos y el rebaño de ovejas.
Busqué una atalaya lo suficientemente elevada y alejada que me permitiera ver como sucedía aquello. Prismáticos, telescopio y cada tarde me enriscaba en mi mirador. Al caer la luz, los mastines llevaban el rebaño hacia el pueblo, el pastor se acercaba a recogerlos y era justo en ese momento, de cierto desconcierto, antes de la llegada del pastor, o recién llegado cuando los lobos tendían la emboscada.
Unos días esperaban entre el pueblo y la trayectoria del rebaño, otros lo seguían a la espera de alguna oveja que se separara a parir, pues era tiempo de corderos, otros entraban por los flancos. Una de esas historias de abuelos y pastores que reviví en directo. Muchos días no pasaba nada, pero algún corzo salía del hayedo o un zorrete saltaba sobre las topineras a la caza de ratones, con lo que las tardes se me pasaban volando.
Aprendí mucho de mastines, de cómo la mastina vieja siempre se quedaba a la zaga, a la espera por si todo era un ardiz y el lobo venía a la contra. Es impresionante ver como un lobo cortaba repetidas veces el camino que debía llevar el rebaño para airear su olor y luego se dirigía al arroyo para desdibujar su rastro. Llegados los mastines rompían a ladrar erizados los lomos y con la cola en alto en pos del enemigo, las ovejas se arremolinaban y la hembra vieja se ponía a la contra en guardia, sabedora que era un momento crítico.
Muchas veces los mastines cierran el rebaño, por si el peligro viene a la contra. |
“Sol” en cambio encabezaba la persecución, flanqueado de otros mastines más jóvenes y ligeros que le cogían la delantera.
Desde mi atalaya podía ver los movimientos de los “actores” en un tira y afloja del que sólo atisbaba el resultado, no tenía la certeza del desenlace hasta que bajaba al pueblo y me confirmaban las sospechas, “hoy falta una”.
Mastín barruntando por encima del rebaño |
Nunca llegué a ver un cara a cara lobo-mastín hasta unos años más tarde. Era en invierno y uno de los mastines olió a lobo, se preparó un gran revuelo, el lobo al ser descubierto salió al trote monte arriba, tres los más jóvenes llegaron a él, pero se erizó y sacó los dientes, como si hubieran golpeado con una barrera invisible los tres se detuvieron en seco. Alguno echó la vista atrás, sabedor de que venía “Sol” el gran macho.
Sin titubeos se lanzó hacia el lobo, este en un brinco dio la vuelta en el aire, y corrió, se internó en los piornos, en un claro se detuvo a escuchar por donde venían los mastines, uno llegó al claro y el lobo se encaró, era uno de los jóvenes que emitió un ladrido desencajado, irrumpieron Sol y otro de los mastines y el lobo emprendió la carrera hacia el hayedo. Mucho rato estuvieron los mastines ladrando hacia el bosque, como diciéndole al lobo que aquellas ovejas eran suyas, no volví a verlo.
La agilidad con la que se movía entre los piornos respecto al pesado correr de los mastines reforzó mi idea de que si un lobo corre, no hay mastín que lo pille. Si bien varios mastines pueden llegar a acorralar a un lobo y que se produzca la pelea, para ello tienen los mastines ese tremendo pellejo en el cuello, por si el lobo les traba. El hombre dotó a su aliado de las “carlancas”, que como dice la RAE en su primera acepción (De or. inc.; cf. lat. tardío carcannum, collar).
1. f. Collar ancho y fuerte, erizado de puntas de hierro, que preserva a los mastines de las mordeduras de los lobos.
En primer término mastín con Carlancas, en este caso de cuero con puntas. Libreas diferentes de mastín. |
Aún así alguna vez un lobo ataca a un mastín sobre todo a los más jóvenes y corredores, una vez ví uno de este rebaño al que un lobo casi arranca la cola de cuajo, sólo de ver las heridas del mordisco en los cuartos traseros uno se imagina la tremenda dentellada, la piel separada de la carne a ambos lados de la cola… imagino que Sol y los otros como tantas veces llegaron a tiempo…
La gran "papada" que tienen los mastines como defensa natural |
Esta raza es grande, corpachona, con un marcado carácter ganadero, quieren al rebaño de igual modo que al pastor.
A veces su ladrido profundo asusta al urbanita, pues todo aquello que se acerca a “su” rebaño es un peligro potencial, y el mastín avisa, se encara, defiende pero si nos separamos tranquilamente, sin movimientos rápidos y hablando al mastín, nos reconocerá como aliados.
No es una raza que muerda al hombre, pues le encantan los hombres,es preciosa la ternura que despliegan con los niños, retratada ya por Goya en el cuadro "Niños con Mastines", la importancia tiempo atrás se ve también en cuadros como las Meninas en el que uno de estos preciosos perros se encuentra tumbado en el salón.
Espero que estas líneas os sirvan para ver el andar tranquilo de los mastines leoneses con otros ojos.
Un saludo
Jorge Falagán
Excepcional entrada. Yo también he tenido algún encontronazo no agradable con mastines, pero haciendo caso del mensaje que emiten se sale. Son imprescindibles para el cuidado del ganado por estas zonas. Las historias que cuentas me maravillan. Saludos.
ResponderEliminarUn bello y enriquecedor relato a favor de estos sufridos aliados imprescindibles del ganadero que algunas veces no atienden todo lo que se merecen. Ayer de amanecida cerca de ventana pase unos instantes encantadores con un de ellos, después de el previo reconocimiento...
ResponderEliminarme gusto el estudio y trabajo, una consulta, tengo una cachorra de tres meses mastin español, pero comparado con otros de su misma raza tiene su pelo en la cabeza mas largo de lo común, mi consulta si es normal, tiende a regularizar en el crecimiento.
ResponderEliminarJoaquin De La Fuente desde Chile, gracias.
Hola Joaquín , algunos que he visto son mas peludos en la cabeza y dorso. A no ser que sea un cruce con otra raza lo normal es que no lo tengan demasiado largo.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias Jorge, subiré una foto; pero se supone que es un ejemplar fino-legitimo; si tienes alguna foto de estos con pelo un poco largo me la puedes hacer llegar, correo: joaquin_delafuente@yahoo.com, gracias.
ResponderEliminarGracias Jorge por tu correo, mandé fotos.
ResponderEliminarjoaquin.
Jorge: junto con saludarte, te pido que si es posible ver la posibilidad de adquirir un perro macho cachorro de Mastin Español en tu provincia.
ResponderEliminarHola, no se de donde eres, en León es bastante sencillo conseguir un mastín, hay varios criaderos de esta raza que los venden. Si buscas por internet verás que puedes adquirirlos. También si no necesitas/ quieres un perro con pedigre hay muchos pastores que prácticamente te los regalan.
ResponderEliminarUn saludo
Jorge: soy yo Joaquin de la fuene de Chile, necesito un macho veamos como lo hacemos y cuanto sale todo.
Eliminarme he emocionado. Tengo una mastina, Naira, de 8 años, y la adoro. Es super cariñosa y tiene ojos de niña.
ResponderEliminarPor favor, no mezclemos churras con merinas; el primer perro es uno de show, de criadero, éstos en su gran mayoría (por no decir en su totalidad) son producto del bastardeo y de una selección hacia rasgos exagerados, no tienen que ver con los de las otras fotos, que sí son mastines.
ResponderEliminarCarlos (blog El mastín de campo)
Te guste o no las razas de perros son una selección artificial por parte del hombre, es habitual que se encuentren líneas de belleza y de trabajo. Que digas que eso no es un mastín cuando son los que se presentan a los concursos de esa raza...
EliminarDesde luego me gustan mas los de trabajo, pero tampoco hay que ser extremista
Un saludo
Por supuesto que todos los perros son producto de la influencia o selección del hombre, directa o indirectamente. Pero una cosa son las razas con miles de años de antigüedad, que se han conservado por su utilidad, y otra cosa son las razas modernas o las que se han transformado en esperpentos por el gusto y el capricho de la gente. En este caso yo no diría que son líneas de belleza y de trabajo, sino que son dos razas diferentes. ¿Porque sean los que se presentan a concursos de belleza y tengan pedigrí (en muchos casos falseado, pero aunque fueran reales, me da lo mismo) van a ser tan mastines o más que los otros? echa un vistazo a razas portuguesas como el Transmontano o el Rafeiro, que no han sido transformados, y me dices a cuáles se parecen (hasta el punto de que se confunden con los nuestros, de hecho ha habido mucho intercambio genético en las regiones fronterizas). Mira, acepto que exista el mastín español moderno y que se hagan exposiciones, y que los muestren en ellas, y que tienen derecho a existir, pero no confundamos, el mastín de las historias que contáis es el que sigue habiendo en el campo, no el de las moquetas.
EliminarRespeto tu punto de vista, pero me da rabia que en este país se ningunee tanto al auténtico mastín (en otros paises los tienen más valorados) y que engañen a la gente movidos por intereses económicos y políticos.
Un saludo, y gracias por permitir expresarme.
Carlos (blog El Mastín de Campo)
Hola Carlos, por supuesto que cada cual opina lo que quiere en este blog y la diversidad de opiniones es lo que enriquece a nuestra sociedad.
EliminarMe encantan los mastines, todos, tengan o no pedigrí.
Por supuesto que veo los ojos, los andares, las hechuras de un mastín de ciudad y de uno de campo y en uno veo paseos por un el parque y en el otro las noches ladrando, los calores del verano, los costillares marcados pues se come cuando hay...
En mi humilde opinión todos son mastines, a unos les ha tocado una vida y a otros otra... mira sino las manos finas de un urbanita y su tez apagada en contraposición a las manos agrietadas, el rostro curtido del labriego... no son dos razas, cada cual vive la vida que le toca
un saludo
Hola de nuevo, si te fijas en las cabezas por ejemplo, no tienen nada que ver, las de los perros modernos son cada una diferente y muchas veces se parecen a las de otras razas con las que se ha bastardeado (San Bernardo, Mastiff), de hecho el cruce con San Bernardo se reconoció oficialmente. También se sabe que ha habido algún cruce con Fila. En cambio las cabezas de mastines de verdad son todas parecidas; cráneo redondo y ancho, orejas más bien altas y pequeñas o medianas, ojos pequeños y redondos, hocico proporcionado y no tan ancho como el de los perros modernos, stop suave. No son sólo las condiciones de vida las que marcan a los perros, también la genética.
EliminarSaludos,
Carlos (blog El Mastín de Campo)
Me ha gustado mucho tu narración.
ResponderEliminarCuando iba leyendo parecía que estabas describiendo las escenas que tantas veces se producían en el rebaño de mis tíos en el pueblo y que nunca me cansaba de ver con los ojos de niño y que sin entender al principio, muy bien lo que sucedía, después por la noche, entorno al fuego de la cocina, ellos me explicaban como el Fala y el Chorco y la Paloma y la Rubia y el Moro, habían sacado al lobo de tal o cual paraje.
Veladas que siempre terminaban en las narraciones de historias de viejos pastores y mastines épicos que ya no estaban y que eran los padres o los abuelos de los mastines que hoy y ahora acompañaban al rebaño. Y yo un niño, en una esquina del gran banco al calos de una gran chimenea, entre asustado y orgulloso de aquellos perros que no conocí pero imaginaba perfectamente porque los describían como si estuvieran allí mismo.
Me has traído al recuerdo cuando los perros salían por las mañanas con el rebaño y algunos de ellos se adelantaban a las ovejas entre el monte, ladrando, con aquella voz grave, como queriendo reclamar para sí y su rebaño el monte donde pasarían el día sus ovejas.
Me has traído al recuerdo cuando por la mañana llegaba a la majada y siempre había uno o varios de aquellos gigantes que salían a recibirte y te llenaban la cara de babas porque yo levantaba poco más por encima de sus cabezotas.
Somos lo que hemos vivido y siempre he procurado rodearme de estos colosos y cuando hoy veo a mi hijo con nuestros mastines y el cariño que se tienen, él a ellos y ellos a él. Cuando veo la firmeza y la paciencia con la que cuidan de sus terneros, si no estamos nosotros no dejan que tratante ni vecino alguno se acerquen a los terneros y jamás les vimos poner una mala cara ni un gruñido a ningún ternero por mucho que los mamen en las orejas o en el pecho o les empujen por la barriga.
Gracias por haberme traído al recuerdo aquellos años en los que aprendí lo que quería y que hoy me han permitido disfrutar junto a mi familia de aquello que nunca quise dejar atrás.
Hola Jalda me alegro que vivieras cosas parecidas, el que conoce a los mastines los aprecia... se ganan el lugar que desde mi punto de vista merecen.
Eliminarun saludo
Jorge
si es hermoso el artículo objeto de tu respuesta, es igual de hermoso tu comentario....Entrañable y duylce. Gracias.
EliminarVictor
Hola, magnífico blog el que tienes, hay datos muy interesantes
ResponderEliminarAquí te dejo más información sobre la raza de perro Mastín Español y un video de fotos del Mastín Español.
Espero que te guste mi blog y dejame un comentario si te apetece.
Saludos
Los llamados mastines de exposición/concurso tienen de mastín lo que yo de archimandrita: patas cortas, ojos hundidos, peso exagerado, imposibilitados de correr. etc..., o sea, pellejo y huesos; ésos no le echan mano a un lobo ni en sueños. Los criadores actuales se han empeñado en crear una raza artificial sin ninguna utilidad (ni ganadera ni de defensa ni ná de ná). Enfin, también esto es el signo de los tiempos.
ResponderEliminarSaludos Jorge Falagán, Haces mucho énfasis, tanto tu como otros blogueros, en el mastín leonés, creo que hay algo de desinformación sobre este tema, tengo mas de 70 años, me crié en una casa en las montañas de Asturias, (Cangas del Narcea),de labranza y ganadera, con varios perros, entre ellos mastines, teníamos vacas, bueyes, caballerías y mas de 150 ovejas y cabras, desde bien pequeño tengo recuerdo de estos perros, maravillosos, dulces y mimosos. De hecho tengo dos recuerdos muy entrañables de como me protegieron en dos ocasiones.
ResponderEliminarDigo lo de la desinformación, porque por lo que yo se estos perros eran los que tenían los celtas para su protección y para guardar sus rebaños y castros, desde muchos siglos se les conoció como el mastín asturiano, me remonto a cuando los fenicios llegaron a las costas norteñas y fue en Asturias donde conocieron estos animales, de los cuales se llevaron varios para fenicia. En mi casa había un manuscrito, (el cual con el tiempo de deterioro tanto, que desapareció), estaba en latín y en el se describían historias y gestas de estos fabulosos perros, entre otras cosas, decían que era una raza asturiana de los tiempos de los celtas. He estado buscando información sobre este tema, pero solo encuentro lo de leones y lo de español, supongo que será, bien por desconocimiento, o bien por intereses de criadores.
Un saludo.
Bueno, lo de asturiano o leonés depende de en qué parte del monte lo situemos (vertiente Norte - asturiana - o vertiente Sur - leonés). Yo tengo un mastín de dos años y sus padres eran asturianos (guardando un rebaño de 600 ovejas en la Sierra de la Demanda - Burgos). Lo que sí me reafirmo es en el hecho de que el llamado Mastín español no existe mas que como raza de laboratorio desafortunado.
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