Se trata de una de las aves más admiradas desde hace siglos por los hombres, su capacidad para realizar picados a más de 300 km/h hizo que los humanos se fijaran en él. Usado desde antiguo en el arte de cetrería, el vínculo que se estableció entre halcones y hombres tuvo su máximo apogeo en la Edad Media.
En la provincia de León hay aproximadamente unos 80 territorios de esta especie, siendo ocupados con algunas variaciones interanuales. Se encuentran reaprtidos desde los altos paredones de los Picos hasta tierras llanas en los que su soporte en ocasiones son los nidos viejos de algunos tendidos eléctricos.
Las partes superiores son de color gris azulado, lo que les permite pasar bastante desapercibidos cuando se posan en alguna roca. |
Las partes inferiores están finamente barradas con finas líneas horizontales. Destaca la bigotera negra y bien formada, la cera y el anillo ocular amarillos y el ojo de colores oscuros. |
Peregrino con una presa recién capturada. |
Hay que tener el ojo acostumbrado para encontrar a los halcones posados |
Rara vez se posarán en el suelo salvo que no tengan alguna atalaya elevada o estén comiendo una presa, les gusta ver lo que sucede alrededor. |
Son más fáciles de observar posados en algún tendido. |
En vuelo destaca la cabeza oscura con bigotera contrastando con partes inferiores claras, las alas largas y apuntadas y el vuelo rápido y batido nos pueden hacer pensar en un halcón. |
Juvenil con coloraciones más pardas y pecho rayado en vertical |
Secuencia de cambio de presa:
Muchas de nuestras rapaces diurnas presentan dimorfismo sexual, generalmente las hembras son de mayor tamaño, varias son las explicaciones, son las encargadas de despedazor las presas que aporta el macho, tienen que defender a su prole, o diferencias en el tamaño de ambos consortes permiten abrir el abanico trófico de presas y aumentar las posibilidades de sacar adelante a los polluelos.
Adulto con presa |
Intercambio en el aire, el macho(derecha más pequeño) le da a la hembra la presa |
Arriba la hembra, abajo el macho más grácil |
Generalmente es la hembra quien se ocupa de dar de comer a los polluelos. |
Muy didáctico. Te ha faltado decir que el polluelo es como el patito feo del cuento...
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